Me acostumbré a necesitar tus besos porque me hacen bien -
Franco Barbier .
Rompiste el cielo en mil pedazos y sonó la campana tormentosa de que era el momento de despedirte .
Amigo para nosotros Siempre serás amigo ; amigo para nuestras mentes SIEMPRE estarás vivo ♥ Franco Barbier.
sábado, 30 de octubre de 2010
El hartazgo de la tristeza
Tristeza que llegaste como sobra del pasado y trajiste todos mis recuerdos atados como un manojo de culpas y rebeliones. Pondré mi mano firme sobre tu oscura presencia e intentaré retener mis ansias de correr a otro extremo, porque me sentaré a anular tu ridícula sonrisa y esparciré tus cenizas en la nada, para que no recuerdes el camino de regreso.
Acariciando las blancas olas del alivio, reflotaré mi alegría como si nunca se hubiera alejado y verás tu última oportunidad perdida en la desdicha de la derrota.
No habrá puertas abiertas para la soledad y el reflejo de lo ganado cegará los deseos de dejarse caer sobre las ruinas.
Anularé por siempre las distancias de los mares que dividen los continentes como ráfagas de fuego ardiendo en la esperanza de estar vivo.
Mutilando las mediocridades que me separan de los grandes afectos, reuniré todos mis males para quebrarlos en la ilusión de ser mejor. Y mataré el yo que provoca en mi la ira del fracaso, que no existe si lo ignoro o le cambio el nombre.
Y cuando todo logre volver donde debe estar, me reiré, me reiré a carcajadas de este puñado de dudas y temores en los que estuve a punto de convertirme, pero que el agua de la desilusión y el desaliento no pudo tocar.
Secaré con mis lágrimas de amor el desamor, y con mi pasión la pereza de sentimientos atontados por la rutina y la comodidad, entonces podré decirle adiós a los desencuentros, ya no habrá que explicar lo que no existe, no obligar a que las razones cuajen con los fines, ni los logros con las casualidades, ni los fracasos con los errores.
Y cuando esto ocurra, solo cuando esto ocurra, podré usar mis ojos sin el velo de la tristeza y las enfermedades de dolores ajenos y propios que cegan y esconden los colores y los aromas agradables y duraderos.
Y podré decir un “si” que sea un “si”, o un “no” que sea un “no”.
Y en honor a la carrera de la vida, nunca hay que esperar a la salida, siempre hay que hacerlo en la largada.
Escrito por mi Mami ♥
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